lunes, 4 de mayo de 2009

El espacio vital

Existen tres ámbitos de estudio de la comunicación no verbal: kinesia, paralingüística y proxémica. La kinesia se ocupa de la comunicación no verbal expresada a través de los movimientos del cuerpo; la paralingüística estudia el comportamiento no verbal expresado en la voz; y la proxémica se encarga de estudiar el comportamiento no verbal relacionado con el espacio personal.

En un ascensor, un recuadro de muy pocos metros de superficie (normalmente) entran en juego estos tres ámbitos creando un espacio vacío de palabras, pero lleno de significados.

 

Todos hemos vivido ese corto pero tenso momento en el que coincidimos con el vecino de enfrente que no nos cae bien, con la vecina pesada con la que no sabes qué hablar mas que del tiempo, con el vecino atractivo/a que nos pone nervioso/a...todo a un escaso metro de distancia que alarga los segundos como si fueran horas.




Y es esta pérdida del espacio vital la que ha dado al ascensor ese carácter incómodo y a la vez lugar de lujuria y perversión. Asimismo, su rol en el mundo del audiovisual y la literatura ha creado un lugar de encuentros y desencuentros, de pasiones y discusiones…¿Qué historias pueden ocurrir en menos de dos minutos entre desconocidos en dos metros cuadrados? Seguramente, muchas más de las que podemos llegar a imaginar…




Vosotros escogéis: coger el ascensor o subir por las escaleras…

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