Culo veo, ¿Culo quiero?

A la hora de establecer prioridades, el ser humano antepone las exigencias fisiológicas o vitales para poder, así, cubrir el resto (no está mal recordar el origen de nuestra exigencia de vez en cuando…)
Comprobaciones clínicas han permitido constatar que, al satisfacer al completo dichas necesidades básicas, inmediatamente, emergen otras (no tan necesarias) de rango mayor. Cuando, a su vez, estas son satisfechas, emergen otras necesidades nuevas... y así, hasta que no vemos ahogados por un crédito de 1000 euros a 40 año del que no estamos convecinos que podamos llegar a pagar…



Hoy en día, en este mundo de consumo y tarjetas oro, son estas supranecesidades, más que el hambre fisiológico, las que dominan al organismo. Ya nos advirtió el psicólogo humanista estadounidense Abraham Maslow con su famosa Pirámide de la jerarquía que prestan las necesidades humanas…Hoy, más que nunca, “contra más tienes, más quieres”.

Creo que es buen momento para reflexionar sobre esto…sobre lo que tenemos y lo que no, sobre las necesidades que nos autoerigimos y sobre lo que teníamos (como un puesto de trabajo fijo o un hogar seguro) y no valorábamos…y lo que ahora daríamos por volver atrás y disfrutarlo como nunca.