Y no es por nada pero, el poco tiempo libre del que dispongo no quiero estar peleándome con el Megavídeo con sus límites de tiempo y todas las historias que acarrean las series por Internet.
Al acabar la época de exámenes y pasar de tener tanta faena a no tener nada se cruzó en mi camino una serie de la que me han hablado muy bien y de la que estoy sacando mucho provecho. Su nombre es "Six feet under" y trata la vida de una familia americana que tiene como negocio familiar una funeraria. Su hilo argumental, lejos de grandes desastres, no tiene más que los diferentes problemas con los que se encuentran los protagonistas en sus vidas y su lucha interna por la felicidad.
Pero, llegar a ella no es nada fácil, eso lo sabemos todos los que llevamos persiguiéndola toda la vida. Cada persona tiene su camino hacía la felicidad: familia, dinero, amor, estudio, amigos, salidas, consumismo, sexo...etc. Uno de los puntos que más vueltas me han dado por la cabeza de la serie es el papel que que tiene la perversión como hecho vitalicio y necesario para alcanzar la ansiada felicidad.
Sus actitudes viciosas e insaciables me parecieron eso mismo, anormales y exageradas . Pero, tras varias vueltas en la cama pensando en la perversión y la felicidad, vi que no estaban tan alejadas e incluso hay momentos en que la unión es tal, que forma un matrimonio inseparable.
Me quedo, como la familia Fisher, buscando la felicidad fuera del marco social de aceptación, siempre respetando la voluntad del otro, y consumiendo las cada vez menos experiencias que me quedan por probar.
También me quedo con menos ratos libres. Me enganché.
Vídeo Six Feet Under