En septiembre hará un año que cruzé el inmenso Atltántico por primera vez en mi vida...había soñado tantas veces en ello que el momento en que emprendimos el vuelo parecía otra de mis fantasías.
Y lo cruzé con 78 personas más. Destino: Perú, un lugar que no creo haber pisado nunca si no hubiera sido por la expedición Tahina-Can Bancaja de la que tuve la fortuna de formar parte.
Antes de emprender este viaje, pensé mil veces en lo que me encontraría, lo que vería, lo que sentiría...pero, afortunadamente, los viajes tienen el factor sorpresa que convierte cada aventura en única e inolvidable. Y así fue.
Estuvimos once intensos días impregnándonos de la cultura peruana, una cultura campechana, antigua...pero sobre todo, alegre y luchadora. Y esto es lo que recuerdo con más emoción: la fuerza y el espíritu luchador de una sociedad inmersa en la pobreza y el subdesarrollo.
Estuvimos en Lima, Arequipa, Puno, Lago Titicaca y en la isla de Taquile, conocimos a la peculiar tribu de los uros y andamos por sus islas de totora, visitamos el impresionante Machu-Pichu...todo ello en un marco de estudio, poco descanso e ilusión por conocer más y más.
Me fui con muchas preguntas y volví con más. De todos los paisajes, lugares y de las miles de fotos que tengo me quedo con esta. Me la hizo José Augusto de camino a Puno, en un pequeño mercadillo perdido en la nada. Aquella mañana no me encontraba bien anímicamente por problemas más allá del viaje...bajé del autobus y está niña me hizo sentir egoísta al ofrecerme su alegría y cariño y al estar yo, afortuna del mundo "moderno" así de triste por...por Ithaca.
Y lo cruzé con 78 personas más. Destino: Perú, un lugar que no creo haber pisado nunca si no hubiera sido por la expedición Tahina-Can Bancaja de la que tuve la fortuna de formar parte.
Antes de emprender este viaje, pensé mil veces en lo que me encontraría, lo que vería, lo que sentiría...pero, afortunadamente, los viajes tienen el factor sorpresa que convierte cada aventura en única e inolvidable. Y así fue.
Estuvimos once intensos días impregnándonos de la cultura peruana, una cultura campechana, antigua...pero sobre todo, alegre y luchadora. Y esto es lo que recuerdo con más emoción: la fuerza y el espíritu luchador de una sociedad inmersa en la pobreza y el subdesarrollo.
Estuvimos en Lima, Arequipa, Puno, Lago Titicaca y en la isla de Taquile, conocimos a la peculiar tribu de los uros y andamos por sus islas de totora, visitamos el impresionante Machu-Pichu...todo ello en un marco de estudio, poco descanso e ilusión por conocer más y más.
Me fui con muchas preguntas y volví con más. De todos los paisajes, lugares y de las miles de fotos que tengo me quedo con esta. Me la hizo José Augusto de camino a Puno, en un pequeño mercadillo perdido en la nada. Aquella mañana no me encontraba bien anímicamente por problemas más allá del viaje...bajé del autobus y está niña me hizo sentir egoísta al ofrecerme su alegría y cariño y al estar yo, afortuna del mundo "moderno" así de triste por...por Ithaca.
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